Existe un emblema arbóreo Extremeño junto a la Encina que conforma uno de los paisajes adehesados más bonitos y culturales de la península.
El Alcornoque, Quercus suber, es un roble que se asemeja mucho a su primo la Encina por su porte, sus hojas, y su fruto pero agudizando un poco más la vista, sacarás las diferencias muy fácilmente, sobre todo, si este árbol ya ha sido aprovechado para la obtención del corcho, una de las materias primas de origen natural con mayor cotización que existen.
Cuando el árbol llega a una edad determinada en torno a los 25-40 años, se le realiza la extracción de la corteza de su tronco desde la altura de la base hasta una altura que dependerá del grosor de esta corteza ya que, dicha capa de tejido del árbol va decreciendo en grosor desde dicha base hacia arriba.
En la parte baja del Valle del Ambroz y de la Sierra de Traslasierra, en los pueblos de Segura de Toro, Casas del Monte, Abadía y Aldeanueva del Camino podemos observar grandes extensiones de dehesa de Alcornoque y de entre todos los individuos, resalta uno que además, tiene el privilegio de encontrase entre los árboles declarados como árboles singulares de Extremadura, el Alcornoque de la Fresneda, del que se dice que es el más viejo de nuestra comunidad autónoma.
En nuestras salidas en 4×4 Valle del Ambroz o en nuestra salidas a Granadilla conocemos a este gigante de más de 25 metros de perímetro de copa y de 6.6 metros de perímetro de tronco que nos sirve de ejemplar modelo para que nuestros visitantes se lleven en la maleta la esencia y cultura alrededor de este árbol.
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